Durante el pasado año fiscal en el Reino Unido Her Majesty’s Revenue and Customs (HMRC) respondió a menos de un 60% de las llamadas telefónicas que se le hicieron, según una investigación de la National Audit Office (NAO) recogida hoy en varios medios. Esto equivale a 44 millones de llamadas que se dejan sin contestar, a pesar de que el gobierno se gastó 233 millones de libras y tiene contratados a más de 10.000 funcionarios para proveer el servicio telefónico.
Ha habido dos reacciones ante la evidencia presentada por la NAO:
(1) Los medios han decidido que esto es muestra del caos y la incompetencia en la administración;
(2) mientras HMRC nos asegura que han mejorado mucho en 2009/10.
Me voy a permitir usar evidencia anecdótica para cuestionar estas dos afirmaciones.
Por primera vez en diez años en el mercado laboral tengo que rellenar la declaración de la renta. Las ventajas de tener un sueldo fijo es que te quitan los impuestos sin que te des cuenta, haciendo el proceso mucho más llevadero. Pero como el año pasado me dediqué a estudiar e hice un poco de consultoría a tiempo parcial (50 días en total) pues ahora resulta que tengo que pagar los impuestos por esos modestos ingresos.
El dinero lo tengo apartado en la cuenta listo para pagárselo al gobierno de Su Majestad – de hecho me encantaría dárselo hoy mismo y así ya tener peace of mind. Pero por supuesto no es tan sencillo. Tengo que rellenar la documentación electrónicamente y por algún extraño motivo antes de hacerlo tengo que esperar a que me llegue por correo (del de antes – stamps, envelopes, you know …) el código de activación de la cuenta. El caso es que no llega y ya van tres llamadas sin ser atendidas (en una de ellas la máquina me colgó directamente, sin darme la opción de esperar – !?).
Y mientras ocurre todo esto, la deadline (31 de enero) se me echa encima. ¿Qué pasa si no he completado los trámites por entonces? Toma multa de cien libras. A lo mejor no es incompetencia.
Que disfrutéis del fin de semana.