Estoy esperando con impaciencia comprar la versión en tapas blandas de The Ascent of Money de Niall Ferguson, probablemente el historiador más famoso en estos momentos. Sale a la venta aquí en el Reino Unido esta semana.
El viernes Ferguson escribía una columna en el Financial Times sobre la batalla intelectual que ha estado manteniendo con Krugman. Mi interpretación de sus perspectivas:
(1) Krugman actuando de "cheerleader" en jefe del estímulo fiscal no ha parado de comparar los niveles de deuda pública de EEUU con aquellos de Italia y Japón, diciendo que por lo tanto hay mucho margen. Al enfocarse en el nivel de la deuda ha supuesto liquidez suficiente para absorber la descomunal emisión de bonos que los déficits acutales requieren. El incremento en el rendimiento de los bonos estadounidenses en las últimas semanas pone en entredicho este supuesto.
(2) Aunque Ferguson aprueba la actuación de Bernanke al expandir la base monetaria, se da cuenta de que al combinarlo con el estímulo fiscal los EEUU se va a encontrar a medio plazo con una elección nada envidiable: o evita la aceleración de la inflación o evita una crisis de solvencia del estado federal. Evitar ambas parece cada vez más difícil.
(3) Por último, Ferguson cree que Krugman necesita repasar el contexto histórico de la obra de Keynes. Lo que hemos tenido hasta ahora no tiene comparación con la Gran Depresión. Como he argumentado en anotaciones anteriores, se podría también mencionar que el tamaño del sector público es ahora mucho mayor de lo que era entonces.
Ferguson concluye que el error ya se ha cometido: "adoptar la política fiscal de una guerra mundial para combatir una recesión". Siento un cierto grado de satisfacción al descubrir que muchos de los puntos de vista que he compartido desde este blog se corresponden con los de alguien tan erudito como Niall Ferguson. Y sin embargo esa satisfacción no compensa las malas perpectivas para alguien que, como yo, cobra por su trabajo en dólares y quiere vivir en Europa.
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