Después del lío de las entradas anteriores creo que es el momento de hacer la valoración global del nuevo modelo de financiación autonómica y reflexionar acerca del posible impacto de la crisis.
Primero, como ya han dicho otros los principios técnicos sobre los que se basa el modelo son malos. Al descentralizar el gasto se incentiva el gasto excesivo y al centralizar los ingresos no se premia la diligencia en la recaudación. Total más gasto, menos ingresos, más déficit.
Segundo, me parece alucinante que toda la información que el gobierno está dispuesto a compartir con los ciudadanos es lo que algunos han calificado como un pdf cutre. Y la Ministra de Economía les dice a los gobiernos autonómicos que es su obligación aplicar las fórmulas de ese pdf para hacer una estimación de lo que les toca. Es el abandono absoluto de uno de los pilares básicos de un gobierno democrático: la transparencia y honradez hacia aquellos que les financian.
Tercero. A pesar de la opacidad del gobierno, con el pdf cutre y con los datos de la liquidación de la financiación de 2007 se puede hacer una simulación de lo que hubiera significado el nuevo modelo con los ingresos de ese año. Los resultados totales son que la financiación autonómica subiría un 30%, de 114.356 millones de euros a 149.500 millones de euros. Hay varios componentes: (1) la recaudación de impuestos que la administración central cede se incrementaría de 79.400 millones a 103.700 millones (y esto viene a ser el grueso del nuevo Fondo de Garantía); (2) el Fondo de Suficiencia se mantendría en 34.900 millones; y (3) el Estado aportaría una cantidad adicional de 11.000 millones que se reparte entre el Fondo de Garantía, y dos nuevos fondos más pequeños, el de Competitividad y el de Cooperación (en el caos de desinformación de los últimos días esta partida ha adquirido una notoriedad desproporcionada).
Cuarto. El reparto autonómico es algo más complicado. Pero aplicando las fórmulas de la propuesta llegamos al gráfico de la anotación anterior, cuyos resultados principales eran: la financiación sube para todas las comunidades; Cataluña recibiría por primera vez más de lo que contribuye al sistema y percibiría lo mismo per cápita que el promedio del resto de las autonomías (unos 3.500 euros); las únicas comunidades que aportarían más al modelo de lo que reciben son Madrid y Baleares.
Para acabar hay que recordar la crisis. Y es que la recaudación de impuestos ha caído un 30% desde 2007. Yo creo que el Ministerio de Economía y la Generalitat han estado haciendo sus simulaciones en base a los ingresos de ese año (2007) y por lo tanto las cifras que han estado manejando han sido muy parecidas a las mías. No sé si habrán hecho la simulación de lo que puede significar el desplome de los ingresos para el nuevo modelo de financiación. Por si acaso y para ayudarles lo hago yo. El escenario en el que me enfoco es en uno con recaudación un 30% por debajo del 2007 – es decir doy por supuesto que la caída libre de los ingresos se estabiliza a partir de ahora, algo que a muchos les podrá parecer optimista.
En este escenario de crisis la recaudación cedida por la administración central a las autonomías caería casi 7.000 millones de euros, de 79.400 a 72.600 millones a pesar de que la proporción que se cede sube del 33% al 50% en el caso del IRPF, del 35% al 50% en el caso del IVA y del 40% al 58% en el caso de la mayoría de los impuestos especiales. La partida adicional de 11.000 millones apenas compensaría esta caída, y la financiación total subiría tan sólo 4.000 millones de euros hasta 118.400 millones.
Las consecuencias en el reparto del pastel entre las autonomías también sería dramático. Aplicando las fórmulas de la propuesta habría cinco comunidades que recibirían una asignación menor de la que recibieron en 2007: Madrid y Baleares recibirían casi 600 euros menos por habitante, y la Comunidad Valenciana, Cantabria y la Rioja sufrirían caídas más moderadas. La asignación de Cataluña se quedaría en su nivel de 2007 (2.700 euros por habitante) y la de Andalucía subiría 250 euros con respecto a 2007, situándose por encima de los 3.000 euros por habitante.
Habiendo escuchado al gobierno parece que el nivel de financiación de 2007 está garantizado para todas las autonomías (algo que también se intuye en el documento de la propuesta), así que la administración central tendría que desembolsar casi 4.000 millones de euros más para mantener a esas cinco autonomías en su nivel de 2007. En este escenario la financiación total ascendería a 122.100 millones de euros, un incremento de menos de un 7% con respecto a 2007 en total.
Conclusión: mal diseño, desinformación, malos cálculos y déficits antes de ni siquiera estrenarse.
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