Unos días muy callados por mi parte porque tenía un examen de finanzas. Habiendo trabajado durante ocho años como economista en el sector público me resulta fascinante ahora descubrir los mercados financieros, acerca de los cuales evité aprender durante mis estudios anteriores.
Destaco tres noticias:
- Menos de una semana después de lanzar el aviso y habiendo escuchado las revisiones del cuadro macroeconómico del Gobierno, S&P rebajaron la calidad de la deuda española de AAA a AA+. Se trata de la primera rebaja de un país triple A desde el 2001.
- El diferencial entre el bono español y el alemán a diez años parece que se asienta alrededor de los 120 puntos básicos. La rentabilidad sube al 4.2%, todavía bajo pero aún así es el nivel más alto desde el 11 de noviembre del año pasado. Lo que cuesta asegurar la deuda española también subió a máximos históricos, con los credit-default swaps (CDS) subiendo a 137 puntos básicos. Seguiré con interés desde este blog futuras subastas del Tesoro Público.
- Paul Krugman, el último premio Nobel de economía, hizo una anotación sobre España en su blog del New York Times. Estoy de acuerdo con él en su conclusión de que lo que España necesita en estos momentos son recortes salariales a mansalva. Esa sería una parte importante de la solución a la crisis, aunque dudo que sea una recomendación que el Gobierno (o la oposición o los sindicatos) se tomen en serio.
Y ahora una aclaración con respecto a este blog. La hago en respuesta a un comentario sobre la anterior anotación, en la que al parecer alienaba a una potencial lectora con lo que translucía acerca de mi ideología. Aunque ya lo he escrito en la sección de comentarios me parece apropiado repetirlo en esta anotación.
Mi intención es ser lo más riguroso posible en mis anotaciones enfocándome en lo que nos dicen los datos. Y espero que los enlaces a otros blogs también demuestren que leo material con distintas perspectivas ideológicas - desde la FAES de Aznar al economista más pro-gasto público del mundo anglosajón en este momento (Paul Krugman).
Sin embargo datos y análisis puramente descriptivo me resultan aburridos. Y por lo tanto sí que algunas de mis conclusiones tendrán tintes ideológicos. Y me temo que una de las conclusiones a las que he llegado en mi caminar intelectual y profesional a lo largo de los últimos ocho años es que el gasto público es menos eficiente y productivo que el consumo y la inversión privadas. Y eso no quita que sí que crea que hay fallos en el mercado y consideraciones de equidad que justifican el gasto público. Por ejemplo, sí que creo en el gasto público en educación y sanidad (aunque también creo que en muchos casos la disciplina del mercado puede mejorar la eficiencia de ese gasto público).
Pero sencillamente no creo que estas consideraciones justifiquen gasto público del 44% del PIB. Y esa es mi conclusión a pesar de que mi punto de partida fue el de un economista comprometido con el sector público para conseguir mayor justicia social. Hoy sigo teniendo un compromiso con la justicia social pero, a pesar de los tiempos que corren, pienso que el mercado es el mejor instrumento para conseguirla.
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