Wednesday 16 December 2009

La regla de Taylor

La regla de Taylor es una fórmula que puede usar de guía la Reserva Federal a la hora de establecer los tipos de interés. Recientemente se ha estado haciendo uso de ella por dos motivos fundamentales: (1) sirve para mostrar que entre 2001 y 2008 la política monetaria fue demasiado expansiva y por lo tanto Alan Greenspan tiene la culpa de la burbuja crediticia global que ha estallado; y (2) muestra que en estos momentos los tipos de interés del cero por ciento están justificados.

El problema es que algunos van más allá. Krugman hacía su propio cálculo y concluía que la regla de Taylor sugiere que en estos momentos el tipo de interés debería ser -7% y por lo tanto el quantitative easing está justificado y no deberíamos empezar a pensar en subidas de tipos en mucho tiempo. El mismo John Taylor se enfadaba con Krugman hace unos días por este motivo y decía que no estaba empleando la fórmula correctamente.

¿Cuál de estos dos prestigiosos académicos se confundía? Visto el 'track record' de Krugman (malo y demagógico) y el hecho de que Taylor fue el que se inventó la regla intuitivamente mi inclinación era creer al último. Pero quería comprobarlo. Mi búsqueda de imágenes en google no me dio ningún gráfico satisfactorio, así que me propuse hacer el cálculo yo mismo.

La anotación de Taylor nos da la fórmula: 1,5 x tasa de inflación + 0,5 x output gap + 1. Usando los datos de inflación total y subyacente (excluyendo energía y alimentos) y cálculando el output gap como la diferencia entre la producción potencial según la Congresional Budget Office y la producción real, acabo con el siguiente gráfico (que compara mis dos estimaciones de la recomendación de la regla de Taylor con el tipo de interés efectivo de la Reserva Federal).




A raíz de este gráfico se intuye el primer problema: dependiendo de qué medida de inflación se use la conclusión es muy distinta. Si se excluyen los productos energéticos y los alimentos del cálculo, el tipo de interés debería ser en estos momentos cero. Pero si usamos la tasa de inflación total el tipo de interés debería ser menos que -5%, es decir no muy lejos de la estimación de Krugman.

El segundo problema surge con respecto al dato del output gap a usar en la fórmula. He usado los datos independientes de la CBO, pero este artículo de la Reserva Federal pone en tela de juicio el dato del output gap de la CBO. Como muestra el segundo gráfico, hay otros cálculos independientes sugieren que el output gap es de sólo un -2% ( y no del -6% como estima la CBO). Si esto fuera así los tipos de interés deberían estar 2 puntos porcentuales por encima de los calculados arriba para contener las presiones inflacionistas. Y es que este es el quid de la cuestión: ¿se ha destruido capacidad productiva durante la recesión y por lo tanto el output gap es menor de lo que se piensa y la hiperinflación está a la vuelta de la esquina? Por el momento hay opiniones para todos los gustos.


1 comment:

  1. Perdone usted, una curiosidad: ¿Usted cree que Greespan no sabía lo que estaba haciendo cuando tiraba los tipos de interés para favorecer una expansión de crédito?. No me creo, precisamente que Greenspan ignorara las consecuencias de dejar los tipos bajos, cuando la crisis de Japón o la Sueca de los noventa fueron motivas por expansiones de créditos.

    Es decir, ¿Ha existido malicia o estupidez?.

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