Esta anotación de Amparo Polo es interesante.
RWE y E.ON (alemanas), EDF (francesa), Iberdrola (dueña de Scottish Power), Centrica y SSE (ambas británicas) son las grandes compañías generadoras y suministradoras de electricidad en el Reino Unido. Como residente aquí me siento orgulloso de lo abierto que es el mercado eléctrico (y energético) británico, sobre todo cuando lo contrasto con la debacle de la OPA a Endesa en España, el revuelo político que causó el tema Lukoil-Repsol y la protección que recibe EDF en Francia.
Como amante del libre mercado también me escandalicé cuando un comercial de Centrica llamó a mi puerta un día y me intentó convencer de que cambiara de suministrador de electricidad y gas porque EDF es una compañía francesa. Pero leyendo esta anotación de Amparo Polo me pregunto si no estamos exagerando el tema. En realidad lo que importa es que exista un "level playing field" en el terreno institucional - que el gobierno y el regulador no discriminen en su trato a las compañías no importa de dónde sean.
Pero si el apelar al nacionalismo y al orgullo patrio vende, ¿nos debería sorprender que SSE y/o Centrica lo hagan? ¿Deberían dejar de hacerlo? Después de reflexionar me parece ridículo exigírselo. Lo único que esta táctica consigue es incrementar la competencia y hace que las empresas tengan que esforzarse en demostrar a sus clientes que el servicio y los precios es lo que importa.
Añade la compra del 20% de Repsol por parte de Sacyr hace tres años - orquestrada para proteger la petrolera del posible interes de los fondos private equity. El dinero que malgastan en este país defendiendo un sistema de cárteles.
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